“No sé de ningún mundo mejor” se
trata de una curiosa obra de Bachmann, un libro que recoge un poemario, aunque podríamos
denominarlo recopilación de textos a medias o textos fallidos.
El tema que recorre todos estos poemas
es el de la soledad y también el de la enfermedad. Ingeborg Bachmann esta afectada
y se siente sola, sin familia ni amigos, desamparada y moribunda. Esta gran
autora de otras grandes obras ahora se encuentra en un momento de desesperación
en un cuerpo dolorido y enfermo.
La austriaca Ingeborg Bachmann nació
en Carintia 1926 y murió en Roma 1973. Destacó como poeta, ensayista y
narradora. Su novela estrella fue Malina, y su breve pero intensa obra poética
estaba compuesta hasta ahora por los libros El tiempo postergado, Invocación a
la Osa Mayor y un grupo de Últimos poemas recogidos en sus Obras completas en
1978. Pero el año 2000 se publicó en Munich “No sé de ningún mundo mejor”, una
importante colección de textos que se habían mantenido inéditos por decisión de
la familia, dado su carácter de inconclusos, pero que finalmente fueron dados a
la luz teniendo en cuenta que su autora, aun sin haberlos corregido y revisado,
no los destruyó, como hizo con otros borradores. Sus hermanos escribieron en el
prólogo: En estos versos las palabras hermosas han dejado su lugar al espanto,
al dolor, a la cercanía de la muerte. Expresan el luto por la poesía perdida y
los sufrimientos de los seres, siendo, al mismo tiempo, una crítica implacable
de la sociedad.
Ingeborg Bachmann murió en un
hospital en Roma tres semanas después de un incendio, dejando su obra
incompleta.
En este poema, como en los demás de este libro, se puede
observar a una Ingeborg Bachmann mas pesimista, frágil donde desvela sus
obsesiones y sus miedos a base de repeticiones. Intenta entenderse y contarse a
si misma lo que siente, la desconfianza y los descuidos de su vida. Es un
momento en el que intenta desahogarse escribiendo la desesperanza que siente.
Como he comentado antes, la autora se encuentra enferma, en
una cama de hospital y moribunda, por tanto su espera es terrible y en estos
poemas nos hace testigos de sus más íntimas emociones.
Este poema del libro “No se de ningún mundo mejor” se
compone de cinco estrofas de versos libres ya que no comparten ni rima ni
medida fija.
El poema comienza “quien sepa de un mundo mejor, que dé un
paso al frente”. La autora se encuentra en pleno renacer de la poesía germánica
tras la posguerra. Además, se exilia a Italia tras su difícil relación con su país, Austria. Este utópico mundo que busca
Bachmann se trata de un mundo desmilitarizado, un mundo del que deberíamos prescindir del autoritarismo
de las instituciones.
Ingeborg avanza desde un punto de vista mas exterior, desde
las injusticias del mundo, y de cómo los débiles son los primeros que caen. Y a
medida que avanza el poema, se acerca a su mundo interior, a sus preocupaciones
y a sus miedos, hasta caer en la desesperación y en la frustración, que podemos
observar en sus versos del cuarto párrafo.
Enferma y moribunda se da cuenta de que todo lo que ha vivido
y sus mejores momentos ahora se empiezan a desvanecer y aparece la melancolía.
Esto ya no era yo desde
hace tiempo.
Llegando a su último párrafo donde lo reitera y se da por
vencida. Apenas es capaz de sentir algo positivo, por su estado de enfermedad,
y lo único que siente es dolor.
¿Cómo va a terminar? Me he vuelto
aburrida y tan lenta y tan fría
que, sin mi dolor, ya no estaría viva.
Con encadenamientos con la siguiente estrofa a base de
repeticiones.
He implantado mi
amabilidad,
mi risa y una música del porvenir.
en la aridez de un pecho recolectado.
He amado como
los salvajes,
entusiasmada por el amor y por cada día.
He adorado, he quemado raíces, he ayudado
Se trata de repeticiones al principio de cada verso, casi
como anáforas, que describen cómo vivía y sentía, causando un mayor impacto en su
último verso que dice así, “Esto ya no era yo desde hace tiempo.”
Como desesperanza final hacia la vida.
Por otra parte, la primera estrofa con la segunda, y la
tercera con la cuarta forman anadiplosis.
en el sueño del armamento, en el sueño
del regreso.
Hasta el regreso. Pero se dice
si no tienes ninguno, te lo había
implantado yo.
Te he implantado un corazón,
Podemos percatarnos de cómo se repite un grupo de palabras
al final de un verso y al comienzo del siguiente que consigue encadenar todas
sus ideas a manera de pensamiento, todo sus ideas se van enlazando.
Estamos ante uno de los poemas en los que esta luchadora
incansable, Ingeborg Bachmann acabó presa de la desesperanza, tal vez su mas
temible enemigo.
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